La pandemia COVID-19 tomó al mundo sin capacidad para dar una respuesta eficaz, sin los equipos sanitarios suficientes para responder a la oleada de enfermos, sin los medicamentos para su curación y sin una vacuna para impedir el contagio. Modelos epidemiológicos sugieren que, en ausencia de intervenciones para frenar la tasa de infección, el número de muertes directamente atribuibles a la pandemia en República Dominicana.
La pandemia está provocando dos crisis de manera paralela. Primero, una crisis sanitaria— se darán muchos miles de muertes por los efectos directos de la enfermedad. Segundo, una crisis económica— la pandemia y las respuestas sanitarias para mitigarla causan un choque negativo a la oferta, inicialmente, y después a la demanda. Efecto que se suma a una crisis financiera que profundiza el problema. El impacto económico y la evolución de la pandemia están estrechamente vinculados y por ello es imprescindible que las políticas económicas y sanitarias estén coordinadas.
El Gobierno y toda la sociedad dominicana busca: salvar vidas, proteger a las personas que tienen la menor capacidad de sobrellevar una caída de ingresos, compensar a los trabajadores o las empresas que han sido más afectados por la con- tracción económica. Y reducir los riesgos económicos sistémicos y los posibles efectos económicos a largo plazo de la pandemia.
Reconciliar estos objetivos conlleva tres serios retos.. El primero es que, en algunos casos, los objetivos pueden estar enfrentados entre sí—querer alcanzar un objetivo puede tener altos costos en otra dimensión. El existen serias restricciones de financiamiento, de la capacidad del sistema sanitario y en el contexto institucional, lo cual limita las opciones de política pú- blica para responder a la pandemia. El tercer reto es de secuenciamiento—¿cuál es el orden en el que se deben ejecutar las diferentes acciones, y cuándo se transita de una fase a la otra?
El Punto de Partida:
Indiscutiblemente ha sido un contexto dificil ya que existe una situación fiscal débil y debilidades del sistema sanitario. Pero la respuesta económica a la crisis persigue dos objetivos: proveer un piso mínimo de ingreso para todos los hogares; y preparar respuestas fiscales, financieras y monetarias para proteger a trabajadores y empresas y minimizar posibles efectos sistémicos en la economía.
Prioridades y su secuenciamiento
En cuanto a la respuesta para al crisis sanitaria, las prioridades y secuencias de las polticas publcias han sido: controlar las altas tasas de infección aplicando un confinamiento estricto, la transición al libre movimiento y aumentar la capacidad de respuesta del sistema sanitario. En cuanto a la respuesta para la crisis economica, las prioridades y secuencias del Estado han sido proteger a los hogares más afectados por la crisis y proteger a trabajadores y empresas y minimizar los efectos sistémicos en la economía.
Los retos mas urgentes que vemos para pasar del confinamiento estricto a un confinamiento focalizado es crítico mejorar la capacidad de testeo, el rastreo de contactos, y la capacidad de respuesta del sistema sanitario
Gestionando la respuesta a la crisis
La crisis no solo representa retos técnicos y fiscales, sino también de gestión, comunicación y políticas diferenciales para ciertos grupos de la población o empresas esenciales. Por un lado, la descoordinación entre las muchas políticas y entidades del gobierno que están involucrados en la respuesta a la crisis puede causar pérdidas significativas de vidas y recursos. Por otro, sin comunicación eficaz con la ciudadanía, se podría perder su apoyo y colaboración en las medidas necesarias para combatir la crisis. Por último, algunos grupos de la población y sectores económicos requieren un refuerzo de las políticas generales ya sea debido a su mayor vulnerabilidad o rol esencial para el bienestar de la población y la productividad de las empresas.
Por eso recomendamos que se debe de Asegurar la gestión coordinada de la respuesta a la crisis, No minimizar la importancia de la transparencia durante la crisis, Asegurar la comunicación continua, coherente y completa con la ciudadanía, No desatender los barrios marginales y las áreas rurales, Asegurar el acceso y la continuidad de la provisión de servicios públicos esenciales