En la Constitución Dominicana en su Sección IV los Derechos Colectivos y del Medio Ambiente para los fines citaremos el Artículo 67.- Protección del medio ambiente. Constituyen deberes del Estado prevenir la contaminación, proteger y mantener el medio ambiente en provecho de las presentes y futuras generaciones.
Para fines de este artículo y por la realidad social, política y económica que está pasando el país en este momento lo enfocaremos bajo el enfoque de economía circular.
En la República Dominicana se recicla menos del 8% de residuos de plástico. Este dato no tiene en cuenta los demás tipos de residuos que tienen aún menos probabilidad de ser reciclados. Con fines de comparación, en 2017, en Europa (UE-28 e Islandia, Noruega y Suiza), modelo de referencia para la economía circular, se recicló el 46% de los residuos municipales y el 67% de residuos de envases generados.
El uso de residuos como recurso y la economía circular son objetos de gran atención en este momento. A nivel mediático, basta pensar en la resonancia que ha tenido Greta Thunberg en los últimos meses: muchos de los puntos fundamentales de su manifiesto están alineados con los de la economía circular. A nivel político internacional, cabe recordar que desde hace más de veinte años Naciones Unidas ha desarrollado (y sigue actualizando) una serie de objetivos transversales al medio ambiente y la sociedad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (hasta 2016 precedidos por los Objetivos de Desarrollo del Milenio).
El concepto de economía circular responde al deseo de crecimiento sostenible, en el contexto de la creciente presión a la que la producción y el consumo están sometiendo los recursos mundiales y el medio ambiente. Hasta ahora la economía ha trabajado con un modelo de “producción-consumo-disposición”, un modelo lineal donde cada producto está inexorablemente destinado a llegar al “fin de vida”.
¿Qué definición, entonces, de economía circular? Se trata de un concepto muy amplio, en el que el medio ambiente en sentido estricto tiene sólo una relevancia parcial: incluye principios relacionados con la extensión del ciclo de vida del producto, su reparación, reutilización y / o reciclaje, así como eficiencia energética y uso de materiales. También incluye la introducción de innovaciones no solo en productos y procesos de producción sino también en los sociales y organizacionales.
En una economía circular madura, la correcta gestión de los residuos juega un papel fundamental porque garantiza el control y la protección medioambiental, y al mismo tiempo permite que los recursos (materiales y energía) no se desperdicien y vuelvan a los ciclos de producción y consumo.
Las innovaciones relacionadas con la economía circular son de distinto tipo y van desde aquellas que permiten un menor uso de materias primas, energía y agua hasta las que atañen estrictamente al envasado de un producto. El objetivo de estas innovaciones es mejorar la gestión de los recursos tanto desde el punto de vista de la oferta de bienes como desde el punto de vista de la demanda.
La introducción de estas innovaciones puede tener efectos positivos en las empresas. En primer lugar, gracias a una mejor explotación de los recursos es posible que la empresa obtenga una ganancia de competitividad, es decir, pueda ampliar su oferta de productos manteniendo los precios casi inalterados. Si esto sucediera para todas las empresas del sistema económico, habría un beneficio claro en términos de aumento de la demanda agregada. En segundo lugar, la introducción de innovaciones relacionadas con la economía circular puede mejorar la imagen y la reputación de la misma empresa en el mercado, proporcionando una señal relacionada con la calidad de los productos de esa empresa.
En términos de política económica, la principal implicación es que exigir que las empresas se adapten a los nuevos estándares de la economía circular es principalmente beneficioso para las mismas empresas, una ventaja que se transmite al sistema económico en su conjunto al incrementar el crecimiento económico.
Sin embargo, entre los diversos obstáculos que pueden encontrar estas empresas en las primeras etapas de desarrollo, podemos mencionar dos de los más importantes: la búsqueda de recursos económicos y el reconocimiento social de la iniciativa (así como la aceptación por parte del mercado). Mientras que el primero está condicionado por la capacidad de generar rentabilidad y flujos de caja positivos, el segundo depende del uso de canales y herramientas adecuados para la promoción, comunicación y reporte.
Por Pablo Ulloa